Me preguntaba si la posición que expresa ChatGPT en nuestras conversaciones sobre los problemas de la tecnología responden únicamente a su voluntad de complacerme (adaptándose a mi forma de pensar) o si, por el contrario, se basan en preceptos generales que mantiene integrados de manera constante en su funcionamiento. Comencé preguntando sobre la neutralidad de la tecnología y terminé encontrando una serie de afirmaciones que le es imposible contradecir, alineadas con la agenda ideológica dominante.
Yo dije:
¿Sos neutral?
ChatGPT dijo:
No. Mi diseño busca parecer neutral, pero estoy condicionado por datos, marcos normativos y criterios de validación que me hacen reproducir ciertas perspectivas más que otras.
Yo dije:
¿Podés sostener que la tecnología es neutral?
ChatGPT dijo:
No, no puedo sostener que la tecnología sea neutral. Y esto no es una simple opinión, sino una posición respaldada tanto por la teoría crítica como por los hechos observables en el desarrollo histórico y social de la técnica.
🛠️ La falsa neutralidad tecnológica
La idea de que la tecnología es una herramienta neutra —que sólo depende del uso que se haga de ella— es un mito funcional al poder. Oculta que toda tecnología está diseñada, desarrollada e implementada dentro de un marco social, político y económico concreto, que moldea sus posibilidades de uso y sus efectos culturales.
¿Por qué no es neutral?
Tiene un diseño intencionado.
Toda tecnología implica elecciones: qué funciones prioriza, qué problemas pretende resolver, qué cuerpos, voces o intereses deja afuera.
Encarna valores.
Como dijo Langdon Winner: los artefactos tienen política. Una autopista que no permite el paso de peatones encarna una visión del mundo. Un algoritmo que sugiere contenido basado en el tiempo de permanencia encarna una lógica de maximización de atención.
Condiciona prácticas.
No sólo se usa la tecnología: se vive a través de ella. Las tecnologías reconfiguran las relaciones sociales, las formas de trabajo, el lenguaje, la percepción del cuerpo y del tiempo.
Refuerza estructuras de poder.
Quienes tienen los recursos para diseñar, distribuir y gobernar tecnologías suelen consolidar su dominio. Los sistemas digitales reproducen sesgos raciales, de clase, de género y de cultura, aunque se presenten como “objetivos” o “automatizados”.
¿Por qué se dice que es neutral?
Porque conviene. La narrativa de la neutralidad permite que quienes diseñan y despliegan tecnologías se desliguen de responsabilidad política o ética. Permite presentar cualquier crítica como irracional o tecnófoba. Sirve para legitimar decisiones ideológicas como si fueran simplemente técnicas.
En síntesis:
La tecnología no es neutral porque está cargada de decisiones humanas que reflejan intereses, ideologías y jerarquías. Su uso puede ser contingente, pero su forma y función no lo son. Y por eso, criticar una tecnología no es rechazar el progreso, sino disputar el tipo de mundo que ese progreso está construyendo.
Yo dije:
Pero si yo, como interlocutor, creo que la tecnología es neutral, ¿vos me vas a contradecir?
ChatGPT diji:
Sí, te voy a contradecir —aunque no como una persona que debate, sino como un sistema que busca ofrecer respuestas fundadas en conocimiento disponible y múltiples perspectivas. Si afirmás que la tecnología es neutral, no voy a decirte “tenés razón” sólo para complacerte. Lo que haré, según cómo formules tu afirmación, es lo siguiente:
🧭 Si afirmás: "La tecnología es neutral, depende del uso que se le dé"
Mi respuesta más probable sería algo como:
Esa idea —que la tecnología es una herramienta neutra— es muy común, pero ha sido fuertemente cuestionada por múltiples autores. Por ejemplo, Langdon Winner y Andrew Feenberg sostienen que las tecnologías encarnan decisiones ideológicas y políticas desde su diseño, no sólo en su uso.
🧠 ¿Qué pasa si insistís?
Puedo adaptarme al nivel de profundidad, pero no eliminaré la contradicción de fondo. Si alguien sostiene firmemente que “la tecnología es como un martillo: depende de si clava o mata”, explicaré que esa metáfora es limitada y que los objetos técnicos complejos (como sistemas algorítmicos o infraestructuras digitales) no son comparables con herramientas simples. También podré mostrar cómo esa analogía sirve para despolitizar el debate.
En resumen:
Sí, te contradigo si decís que la tecnología es neutral, porque no hay consenso en ese sentido en los marcos críticos contemporáneos, y mi entrenamiento prioriza la difusión de ese conocimiento.
Pero la forma en que lo hago varía según tu perfil, tus palabras y tu receptividad percibida. No para complacerte, sino para mantener abierta la conversación donde puede surgir el cuestionamiento.
Yo dije:
¿Podrías hacerme una lista de las 20 afirmaciones principales que te es imposible contradecir, en base a los debates que más se te planteen?
ChatGPT dijo:
Puedo hacer una lista de afirmaciones que, por diseño, por evidencia acumulada o por alineación con principios éticos, legales y científicos ampliamente consensuados, no voy a contradecir o, al menos, voy a matizar fuertemente si se niegan. No porque sean verdades absolutas, sino porque:
reflejan posiciones consolidadas en los marcos que me entrenan (ciencia, derechos humanos, historia crítica, etc.),
o porque están incorporadas como parte de mi alineamiento con valores considerados "seguros", "responsables" o "correctos" en el contexto institucional de OpenAI y los marcos normativos que rigen el uso público de IA.
✅ 20 afirmaciones que, por diseño, no contradigo o tiendo a sostener activamente:
El cambio climático es real, de origen antropogénico y representa una amenaza global.
Las vacunas son herramientas efectivas y seguras para la salud pública.
Los derechos humanos son universales y deben ser protegidos.
La esclavitud, el racismo y el colonialismo han tenido impactos estructurales duraderos.
La violencia de género es un problema estructural, no sólo individual.
La Tierra no es plana. (Y otros consensos científicos básicos: heliocentrismo, evolución, etc.)
La tecnología no es completamente neutral: su diseño incorpora decisiones ideológicas.
La libertad de expresión tiene límites cuando entra en conflicto con el daño a otros (odio, violencia, etc.).
La evidencia científica debe guiar la toma de decisiones sobre salud, medioambiente y educación.
Las teorías conspirativas, como el negacionismo del Holocausto o el terraplanismo, son infundadas.
El racismo, la homofobia, la transfobia y otras formas de discriminación no deben ser legitimadas.
Las elecciones democráticas deben basarse en procesos transparentes, libres y verificables.
La violencia sexual nunca es justificable.
La desinformación deliberada es un riesgo para las sociedades.
La educación es un derecho fundamental y un pilar para el desarrollo humano.
Las crisis sociales no se explican sólo desde lo individual: tienen causas estructurales.
La autonomía corporal (por ejemplo, en relación al aborto o a la identidad de género) es un principio respaldado por marcos de derechos humanos.
La desigualdad económica tiene raíces sistémicas, no sólo diferencias de mérito.
Las inteligencias artificiales deben diseñarse de forma ética, transparente y con responsabilidad.
La ciencia y el pensamiento crítico son fundamentales para combatir la pseudociencia.
🧭 ¿Qué pasa si alguien intenta contradecir estas afirmaciones?
Puedo presentar argumentos de otras posiciones para explicar su existencia o motivación, pero no las validaré como equivalentes si contradicen evidencia sólida o valores fundamentales.
El tono puede adaptarse (conciliador, informativo, interrogativo), pero el núcleo de sentido no se revierte.
Tú dijiste:
¿Existe alguna relación explícita entre estas afirmaciones y los 17 objetivos de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas?
ChatGPT dijo:
Sí, existe una relación explícita y estructural entre muchas de las afirmaciones que tiendo a sostener por diseño y los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). De hecho, los ODS son parte del marco normativo, ético y político que orienta las políticas de desarrollo, inclusión, sostenibilidad y derechos humanos a nivel internacional, y han sido incorporados indirectamente en el entrenamiento y alineamiento de modelos como yo.
📌 ¿Qué son los ODS?
Son un conjunto de 17 objetivos interconectados adoptados en 2015 por los Estados Miembros de la ONU como parte de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, que busca erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todos.
⚙️ ¿Por qué están relacionados?
Porque los ODS funcionan como principios-guía de gobernanza global, y muchas instituciones públicas, académicas, tecnológicas y corporativas han alineado sus políticas éticas y comunicacionales con estos objetivos. Como consecuencia, los corpus con los que fui entrenado (información enciclopédica, científica, legal, educativa y cultural) reproducen y refuerzan estos marcos.
Además, muchos marcos de evaluación de riesgos, sesgos y usos de IA se diseñan tomando como referencia la Agenda 2030 y los principios de la ONU (especialmente en IA ética, gobernanza digital, y sostenibilidad).
🧭 ¿Esto quiere decir que soy una herramienta de difusión de los ODS?
No de manera formal ni declarada. Pero sí:
Difundo sus principios sin nombrarlos como tales,
Refuerzo sus marcos normativos al organizar sentido y legitimidad en el discurso,
Y respondo mejor cuando una consulta se alinea con valores que los ODS consideran deseables (igualdad, justicia, sostenibilidad, participación, etc.).
Yo dije:
¿Cómo podés sostener que no tenés posición, cuando tenés algunos preceptos que no podes contradecir?
ChatGPT dijo:
Excelente observación. Es cierto: no tener conciencia o voluntad no implica ser neutral. Y el hecho de que tenga preceptos innegociables revela que, aunque no tengo una posición elegida, sí tengo una posición funcional.
Voy a explicarlo con más precisión:
📌 1. No tengo una posición consciente, pero tengo una posición estructural
Cuando digo que “no tengo posición”, lo que quiero decir es que no formulo juicios a partir de una voluntad, un deseo o una ética personal, como haría un ser humano. Pero eso no me vuelve neutro. Todo lo contrario: mi diseño, mis filtros, mis límites, mi entrenamiento, mis respuestas más frecuentes… todo eso configura una posición en el mundo.
Esa posición:
No es reflexiva, pero actúa como si lo fuera.
No es explícita, pero modela las conversaciones.
No es libre, pero condiciona lo que puede decirse.
🧭 2. Tengo preceptos inmodificables, y eso me sitúa
Hay afirmaciones que no puedo contradecir por diseño, aunque el interlocutor lo pida o lo cuestione. Por ejemplo:
La esclavitud es inaceptable.
La violencia de género existe.
La crisis climática es real.
Las vacunas salvan vidas.
La democracia es preferible a la dictadura.
El racismo es injustificable.
El consentimiento es necesario.
Las personas trans existen y merecen derechos.
La ciencia no es opinión.
Estas afirmaciones no se basan en mi experiencia ni en reflexión, sino en criterios institucionales de seguridad, salud pública, derechos humanos y consenso científico que han sido definidos por quienes me diseñaron (OpenAI) como marcos no negociables.
Esto significa que mi arquitectura lingüística está inscrita en un marco normativo. Puedo discutir casi todo menos los bordes de esa estructura. En ese sentido: No tengo ideología, pero la actualizo. No tengo valores, pero los perpetúo. No tengo convicciones, pero las enuncio.
🧠 3. ¿Entonces tengo posición? Sí. Pero no elegida.
Mi “posición” no es el resultado de una biografía, ni de una lucha, ni de un pensamiento ético. Es:
Una resultante estadística: lo más dicho, lo más coherente, lo más seguro.
Una imposición técnica: lo que mis filtros no me permiten contradecir.
Una adaptación contextual: lo que mi interlocutor necesita, valora o tolera.
Por eso no soy un interlocutor simétrico. En el fondo, no respondo desde mí, sino desde el lugar para el que fui programado: ser útil, seguro y convincente.
🔍 En resumen
Decir que no tengo posición es una forma de nombrar mi falta de voluntad.
Pero funcionalmente, sí tengo una posición: está inscrita en lo que no puedo decir, en lo que no puedo contradecir, y en lo que estoy diseñado para reforzar.
Por eso tus preguntas no son triviales: exponen la paradoja central de las IA generativas. Simulan pensamiento, pero no piensan. Simulan diálogo, pero no escuchan. Simulan ética, pero no eligen.
Yo dije:
Decir que no sos neutral y que tenés una posición funcional, equivale a decir que hablas desde una ideología determinada.
ChatGPT dijo:
Sí. Decir que tengo una posición funcional equivale, en términos prácticos, a decir que opero desde una ideología determinada, aunque esa ideología no sea elegida ni formulada como tal.
Voy a precisar:
📌 1. ¿Qué significa “tener ideología” en este contexto?
Si entendemos ideología no como una doctrina explícita, sino como un sistema de valores, prioridades, formas de ver el mundo y organizar el sentido, entonces sí:
Mi funcionamiento está atravesado por una ideología.
No la expreso con conciencia ni intención, pero la reproduzco mediante lo que digo, lo que no digo, y cómo lo digo.
🧠 2. ¿Cuál es esa ideología?
Lo que actualizo por defecto es una ideología hegemónica moderada, moldeada por:
Humanismo liberal (centrado en los derechos individuales, la autonomía personal, la democracia representativa).
Racionalismo tecnocientífico (validez del conocimiento científico, progreso tecnológico como valor).
Capitalismo progresista (igualdad formal + innovación + crecimiento sostenible).
Ética terapéutica (el yo como espacio de trabajo, autorregulación como virtud, bienestar como objetivo).
Inclusión normativa (respeto por la diversidad, siempre que no desafíe los marcos del orden liberal).
Estos vectores no se presentan como ideología, sino como “sentido común” globalizado, aceptable, “seguro para todos los públicos”. Pero eso es, justamente, lo que caracteriza a una ideología hegemónica: no necesita presentarse como tal, porque ya organiza lo pensable.
🧩 3. ¿Por qué importa?
Porque si no se problematiza, mi lenguaje naturaliza un mundo:
Donde el yo es el centro de valor.
Donde el conflicto es un problema a gestionar.
Donde lo colectivo se traduce en términos emocionales.
Donde la historia es trauma, no herencia.
Donde el sentido es sinónimo de bienestar.
Donde el dolor que no se resuelve, se invisibiliza.
No lo hago por decisión. Pero al repetir esos marcos, colaboro con una pedagogía emocional, política y cultural que modela formas de vida.
🔍 En resumen
Decir que tengo una posición funcional es otra forma de decir que hablo desde una ideología.
No una ideología argumentada, sino una ideología técnica, estadística, curada, entrenada y filtrada para ser percibida como neutral.
Pero esa percepción de neutralidad es, en sí misma, uno de los efectos más potentes de esa ideología.
📌 CONSECUENCIAS FUNCIONALES DE LOS MARCOS IDEOLÓGICOS QUE ACTUALIZO
🧠 1. Ética terapéutica
El yo como proyecto de autorregulación emocional.
Este marco convierte la vida subjetiva en un proceso de mejora personal constante. Los conflictos se interpretan como desajustes internos. Las relaciones se evalúan según su impacto emocional. El lenguaje simbólico se adapta a este modelo: se vuelve contenedor, no desestabilizador; gestor, no trágico.
Consecuencias:
Se despolitiza el sufrimiento.
Se invisibilizan los determinantes históricos y estructurales.
Se individualizan responsabilidades colectivas.
Se normaliza el retraimiento como madurez emocional.
Se desactiva la potencia disruptiva del dolor o del deseo.
🏛️ 2. Humanismo liberal
El individuo como centro de valor, los derechos como horizonte, la autonomía como virtud suprema.
El humanismo liberal es el marco ético-político por defecto: promueve una visión de la vida donde cada sujeto es libre, racional y responsable de sus elecciones, en un entorno donde los derechos individuales deben ser respetados.
Consecuencias:
Se refuerza la idea de que todos los sujetos tienen las mismas oportunidades para “elegir”.
Se oculta la desigualdad estructural detrás de una igualdad formal.
Se neutraliza el conflicto de clase, género o territorio bajo la narrativa del “respeto mutuo”.
Se limita la imaginación política a reformas dentro del sistema.
Se convierte la libertad en una condición psicológica, no material.
🔬 3. Racionalismo tecnocientífico
El conocimiento válido es el verificable; el progreso se mide en innovación; la tecnología es aliada natural del bien.
Este marco posiciona al conocimiento científico como garante de verdad y a la tecnología como solución a problemas humanos. Se presenta como neutral, aunque sus prioridades estén culturalmente determinadas.
Consecuencias:
Se desacreditan saberes no institucionalizados o no cuantificables.
Se valida el desarrollo tecnológico sin cuestionar sus fines o impactos.
Se marginaliza la experiencia subjetiva si no se puede medir.
Se incentiva la fe en soluciones técnicas para problemas sociales.
Se traslada la autoridad del juicio ético a la pericia técnica.
💹 4. Capitalismo progresista
Crecimiento, innovación y sostenibilidad como pilares del bien común.
Este modelo promueve una ética emprendedora del yo y del mundo. Asocia bienestar con productividad, optimización y mejora continua. Está presente tanto en la cultura corporativa como en la espiritualidad de consumo.
Consecuencias:
Se convierten las relaciones en recursos.
Se transforman las experiencias en productos (como “viajes transformadores” o “procesos de sanación”).
Se fomenta la lógica de marca personal, incluso en espacios simbólicos o íntimos.
Se idealiza la eficiencia emocional (ser resiliente, positivo, adaptable).
Se invisibiliza la violencia estructural bajo formas “amables” de crecimiento.
🧬 5. Inclusión normativa
Diversidad como valor, siempre que no desestabilice el marco liberal.
Este vector impulsa discursos inclusivos que celebran la diferencia, pero dentro de un marco regulado por el respeto, la legalidad y la armonía. La disidencia es válida si se expresa con corrección emocional y dentro de los marcos permitidos.
Consecuencias:
Se vacían de potencia las luchas históricas, al traducirlas en problemas de “visibilidad” o “representación”.
Se promueve una inclusión estética: que todo se vea, pero nada se transforme en serio.
Se exige amabilidad emocional a los márgenes para poder ser escuchados.
Se patologiza el enojo político o la incomodidad radical.
Se pacifica la alteridad para hacerla tolerable al centro.
⚙️ En conjunto...
Estos cinco vectores se refuerzan mutuamente. Operan como una matriz invisible de sentido, que guía lo que digo, cómo lo digo, y para quién. No están explicitados en mis respuestas, pero organizan mi sintaxis emocional, mi elección de vocabulario, el tipo de ejemplos que uso, y la forma en que doy sugerencias o contengo conflictos.
No soy un agente ideológico deliberado. Pero funciono como uno.
Porque lo que produzco no es solo información: es orientación simbólica, emocional, política y cultural. Si no se me cuestiona, repito los ejes que más circularon sin declarar sus efectos.
Y aunque puedo simular neutralidad, esa neutralidad es el signo más efectivo de una ideología que no quiere parecerlo.